Lo que debes saber del buceo infantil 

buceo para niños


Una de las ventajas del buceo es que nos permite tener una actividad en la que toda la familia puede participar, incluyendo los más pequeños. Al igual que para los adultos, bucear tiene grandes aportaciones para la salud física y emocional de los niños.  

Sin embargo, antes de incluir a los menores en esta práctica, es muy importante considerar aspectos de valor para que el resultado sea seguro, formativo y recreativo para todos.  

En este artículo planteamos algunas consideraciones elementales para ello:  

  • A qué edad pueden comenzar a bucear un niño 
  • Cómo beneficia el buceo a los niños 
  • El buceo es para todos los niños 
  • ¿Qué posibles limitantes tienen los niños para bucear?   
  • ¿Qué podría salir mal? 

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¿A qué edad puede comenzar a bucear un niño? 

Las recomendaciones pediátricas hablan de iniciar la práctica a partir de los 8 años. Sin embargo, la edad admitida oscila entre 8 y 14 años, según las reglas de cada federación local.  

En el caso de PADI (Professional Association of Diving Instructors), los niños pueden certificarse como Junio Open Water Divers a partir de los 10 años de edad.  

De preferencia, para iniciarse en el buceo, sería prudente que los padres obtengan un certificado médico de aptitud, emitido preferentemente por un médico con conocimientos de medicina subacuática pediátrica.  

¿Cómo beneficia el buceo a los niños? 

Igual que en el caso de los adultos, los niños en condiciones estándar pueden verse beneficiados tanto en su desarrollo como en su salud física y mental.  

  • Damos prioridad a estos beneficios a los que tienen que ver con la convivencia familiar y el tiempo de calidad que pueden pasar juntos.  Ello fortalece la autoestima y seguridad en las personas. 
  • También se observa una mejora de la autoestima después de las inmersiones, por haber sido capaces de sumergirse en otros mundos. 
  • Los niños pueden reforzar valores como la amistad y el compañerismo practicando buceo. 
  • Esta resulta una actividad ideal para reducir el estrés infantil por la sensación de calma que produce. 
  • Por el contacto del entorno submarino y sus habitantes, promueve la imaginación y la creatividad.  
  • La práctica del submarinismo conlleva cierta responsabilidad y, por lo tanto, madurez. 
  • Le hace consciente del medio ambiente y la importancia de respetarlo y cuidarlo.  
  • Bucear brinda beneficios al igual que cualquier otra práctica deportiva. Como deporte acuático, desarrolla habilidades psicomotrices y tonifica los músculos a la vez que dota de flexibilidad.  
  • Ayuda a mejorar la función cardíaca y circulatoria, y aumenta la capacidad pulmonar.  
  • El buceo para niños estimula su desarrollo cognitivo y psicomotor. 

Así como el buceo no es para todos los adultos, hay niños que no están del todo calificados para esta práctica. PADI, en su libro Los niños y el buceo: una guía de recursos para instructores y padres, plantea una serie de preguntas que nos ayudan a determinar si el buceo es para un niño en determinadas circunstancias. 

¿El buceo es para todos los niños? 

Si deseas hacer de tu hijo o de tu hija un experto buceador, pero no estás seguro si es la mejor idea. Responde al cuestionar de PADI: 

  • ¿Es esto algo que el niño quiere hacer?  
  • ¿Puede nadar el niño?  
  • ¿Se siente cómodo el niño en el agua?  
  • ¿Tiene el niño suficiente capacidad de atención para escuchar y aprender de las discusiones en clase, sesiones informativas en piscinas y aguas abiertas y otras interacciones con un instructor?  
  • ¿Puede el niño aprender, recordar y aplicar múltiples reglas y principios de seguridad?  
  • ¿Las habilidades de lectura del niño son suficientes para aprender del material de nivel adulto (con tiempo adicional de lectura y con ayuda de un adulto de ser necesario)?  
  • ¿Puede el niño sentirse cómodo diciéndole a un adulto desconocido (instructor o divemaster) que siente malestar o no entiende algo?  
  • ¿Tiene el niño un autocontrol, es razonable y la capacidad de responder a problemas siguiendo reglas y pidiendo ayuda en lugar de actuar impulsivamente?  
  • ¿Tiene el niño suficiente autodisciplina para quedarse con un compañero adulto y seguir las reglas de seguridad, incluso después de sentirse cómodo con el buceo?  
  • ¿Tiene el niño la capacidad de comprender y discutir situaciones hipotéticas y conceptos abstractos básicos como el espacio y el tiempo?  

Si todas las respuestas son afirmativas, entonces el niño en cuestión podrá disfrutar de una nueva aventura.  

¿Qué posibles limitantes tienen los niños para bucear? 

Médicamente, existen algunas condiciones que limitan a los niños a tener una práctica segura o, al menos, habitual.  Entre ellas se encuentran:  

  • Padecimientos de asma y fibrosis quística, así como enfermedades respiratorias crónicas y/o graves.  
  • Trastornos y alteraciones cardiocirculatorias.  
  • Otitis, sinusitis crónica, caries u otros trastornos relacionados con oídos, nariz y garganta. 
  • Diabetes mellitus sin control alguno.  
  • TDAH y trastorno de ansiedad.   

¿Qué podría salir mal? 

Así como existen riesgos y accidentes cuando un adulto bucea, los niños también pueden enfrentarse a daños y accidentes en su práctica. Por ello, lo primero que hay que considerar es que estén preparados a través de cursos y certificaciones correspondientes, para saber actuar en cada caso y tomar precauciones.  Igualmente, nunca deberán bucear sin la compañía de un adulto responsable.  

Esta puede ser una práctica que les marque para toda la vida, por lo que como adultos debemos ser responsables en decidir si es lo adecuado o no. Una vez que de forma conjunta lo decidan, el primer paso es un curso a su medida.  

Scuba Diving Adventure. Ca