Falsas creencias sobre las mujeres en el buceo
Es importante que desmitifiquemos falsas creencias sobre las mujeres en el buceo y abramos camino hacia una mayor y mejor inclusión no sólo en este campo, sino en todas las áreas del quehacer humano.
No podemos dejar pasar este 8 de marzo sin hablar del relevante papel de las mujeres en el buceo. Por muchos años esta práctica, al igual que otros deportes y actividades consideradas extremas, fue reservada para los hombres, por sus supuestos riegos y la implicación de estar lejos de casa. No obstante, muchas mujeres han roto esos paradigmas y, desde muy temprano del siglo XX, ocuparon papeles destacados.
Hoy en día, se ha acortado la brecha de género y cada vez más mujeres obtienen certificaciones, rompen récords, aportan nuevo conocimiento sobre la vida marina, son activistas por la inclusión, así como se convierten —a través de su práctica— en voceras medioambientales. Entre muchas otras de las aportaciones de las mujeres en el buceo.
Falsas creencias sobre las mujeres en el buceo
No obstante cada vez mayor presencia de las mujeres en el buceo, el inicial predominio de los hombres ha dejado aún falsas creencias y mitos que desechar, aquí algunos de ellos.
Riesgos de enfermedad descompresiva
Se creía que las mujeres tenían un mayor riesgo de enfermedad descompresiva que los hombres. Sin embargo, no existen evidencias suficientes que lo confirmen. Por el contrario, estudios recientes que esta idea es errónea, claro que siempre realizando inmersiones seguras, dentro de los límites de no-descompresión.
Esta creencia viene de estudios efectuados en el área de aviación y programas aeroespaciales, donde podría presentarse la enfermedad descompresiva de la altitud. No vinculada con la de inmersión.
Recientes estudios comparativos de inmersiones recreativas entre mujeres y hombres y su índice de enfermedad descompresiva no muestran diferencias aparentes.
Ataque de tiburones
Otra falsa creencia es que si las mujeres bucean durante su periodo menstrual se exponen a ataques de tiburones atraídos por la sangre.
Eugenie Clark, especialista en estos animales, afirma que la probabilidad de que un escualo ataque a una persona -esté o no con la regla- es de una entre un millón. Ciertos experimentos llevados a cabo con sangre menstrual parecen confirmar esta tesis. Al parecer, los tiburones se muestran indiferentes ante este fluido femenino. Esto podría deberse a que su composición es distinta a la de la sangre que mana de una herida. Además, durante la inmersión, las buceadoras con el periodo utilizan tampones, con lo que la pérdida de sangre es mínima o nula.
Consideremos en este apartado que existe alguna controversia con respecto al uso de la copa menstrual cuando se practica buceo. La mayoría de investigaciones desaconsejan usar copa menstrual porque al vacío que hace la copa se suma la presión del agua, y esto, aparentemente podría dañar las paredes vaginales. No obstante, en este caso lo más aconsejable es consultar al fabricante por si existe alguna contraindicación (en la mayoría sí).
Hipotermia
Un falso mito que también pretendería limitar la participación de las mujeres en buceo es que éstas son mayormente susceptibles a la hipotermia.
La cantidad de grasa y la superficie corporal por unidad de masa del cuerpo son dos factores que influyen en gran medida en la termorregulación en el agua. Generalmente, las mujeres tienen una mayor cantidad de tejido graso que los hombres, y dado que la grasa tiene una baja conductividad térmica, conserva mejor el calor corporal. Esto podría ser una ventaja para las buceadoras durante una inmersión en aguas frías.
Sin embargo, las mujeres tienen también una mayor superficie por unidad de masa corporal que los hombres. Una mayor superficie por unidad de masa corporal aumenta la pérdida de calor en el agua al aumentar la superficie de contacto. Dado que estos dos factores tienen efectos antagónicos, es difícil predecir la incidencia de la hipotermia entre buceadores hombres y mujeres.
El equipo es pesado
Hasta aquí hemos visto que las mujeres no tienen limitantes para bucear, que la brecha se reduce cada vez más. Pero hay algunos que aún siguen considerando que las mujeres no son aptas para este deporte y su argumento que el equipo es demasiado pesado.
Que un tanque de aire no debería ser transportado por una mujer, pues corre riesgo de hacerse daño. Pero como dice el dicho: “más vale maña que fuerza”. .Cualquier buceador puede sufrir una lesión al cargar el equipo si no tiene una técnica adecuada. Hay que usar las piernas y no la espalda para portar el equipo.
Embarazo
Lo que sí puede ser una limitante es el tema del embarazo; ello de acuerdo a condiciones individuales.
Se debe evitar el buceo durante el embarazo, ya que existen riesgos de sufrir enfermedad de descompresión bajo estas condiciones. Durante el embarazo aumenta progresivamente los depósitos de grasas; la alta velocidad de saturación por nitrógeno que presenta el tejido adiposo lo que aumenta el riesgo de enfermedad descompresiva.
Lo ideal es consultar a los expertos que guíen el proceso del embarazo y señalen los posibles riesgos particulares para cada futura madre.