Tan importante es hablar de la técnica de buceo como lo es contarte cómo es la alimentación de un buceador antes de una inmersión.
Cuando pensamos en bucear, creemos que esta actividad se concentra solo en el momento de la inmersión en el agua; sin embargo, hay muchas otras acciones que de forma satelital pueden ayudar a que nuestra práctica sea integral y segura.
Una buena instrucción, certificación e inclusos la especialización podrían ser los principales factores para el buceador; pero también hay que contar con hábitos saludables que optimicen la práctica de este deporte. Ejercicios de respiración, yoga, descanso apropiado y una alimentación balanceada, son igual de relevantes.
Cómo es la alimentación de un buceador
La alimentación juega un papel vital en la salud de todos, pero se vuelve fundamental en la jornada de buceo, donde debe ser equilibrada y con buenos nutrientes. Pero al mismo tiempo debe ser limitada a ciertos alimentos para evitar posibles afectaciones durante la inmersión.
Aquello que necesita un buceador no es diferente a lo que cualquiera de nosotros requiere en términos nutricionales, pero conviene considerar ciertas pautas para una práctica segura y mayor rendimiento dentro y fuera del agua. Se debe considerar el horario, la cantidad de alimentos y su tipo.
¿Cuánta comida requiere un buceador?
El buceo es una práctica de tipo aeróbico y de intensidad media, en la que se pueden llegar a gastar unas 500 calorías, aunque ello depende del lugar, la duración del buceo, la temperatura del agua, la técnica y experiencia del buceador. De tal forma, la dieta deberá ser satisfactoria para este consumo calórico adicional.
¿Cuándo comer?
Así como qué comer, el cuándo hacerlo es una clave en la alimentación del buceador. Antes y después de sumergirnos las comidas deben ser lo más ligeras posibles, pero no por ello de baja calidad o bajo aporte calórico.
Hay que tomar en cuenta que nunca se debe realizar una comida copiosa antes de una inmersión; así como se debe dejar transcurrir aproximadamente dos horas antes de sumergirse tras de una comida normal.
¿Qué se debe comer?
Los alimentos que conforman el desayuno serán muy importantes, ya que normalmente las inmersiones se hacen a primera hora de la mañana, para disfrutar el mar en calma y las mejores condiciones climáticas.
Si se bucea muy temprano, lo idea es tomar un tentempié a base de lácteos y frutas o cereales. Siempre tomando en cuenta que para algunas personas la ingesta de zumos, especialmente ricos en vitamina C, incrementa la producción de jugos gástricos en el estómago, favoreciendo mareos, reflujo y náuseas durante la inmersión. En estos casos deberán evitarse.
Tras la primera inmersión del día, se debe optar por un almuerzo más consistente, incorporando alimentos de todos los grupos alimenticios: carbohidratos, proteínas, grasas saludables y micronutrientes de las frutas y verduras.
Las comidas deben ser sencillas: es preferible que sean muchas y ligeras, que pocas y abundantes. Resulta imprescindible masticar correctamente. Tomemos en cuenta que la digestión comienza por la boca.
Los Carbohidratos
Existen muchos mitos en torno a los carbohidratos, pero estos son el origen de la energía para cualquier actividad, así que no deben omitirse. Al contrario, estos deben representar el 60% de la dieta del buceador. Nos referimos a carbohidratos complejos (de asimilación lenta), como cereales y verduras con almidón.
Las vitaminas, los lácteos y el pescado azul complementan una buena dieta para el buceador.
En cuanto a las carnes, se recomienda un consumo moderado, y preferentemente sustituirlas por leguminosas que, además de aportar proteínas de calidad, son ricas en hierro y fibra: lentejas, frijoles, garbanzos, etc.
Ideal será evitar las comidas ricas en grasa y colesterol, los productos procesados y la llamada fast food. La ingestión limitada de carne blanca reduce el índice de colesterol en la sangre, ayudando a mantener limpios los vasos sanguíneos.
Es importante que el buceador controle sus niveles de colesterol y triglicéridos, pues contribuyen a un aumento de la tensión arterial que puede ser un riesgo para el buceador.
La nutrición del buceador debe estar diseñada para evitar situaciones peligrosas en medio de un ambiente poco controlable. La dieta vigilada es esencial en la seguridad de su práctica.
La hidratación
Una adecuada hidratación es básica para garantizar la seguridad en la inmersión. Se deben beber suficientes líquidos para evitar la deshidratación, pues una vez el cuerpo se sumerge en el agua, este experimenta una serie de cambios necesarios para que se adapte al medio y entre los cuales destaca la pérdida de agua por un incremento de la diuresis.
Beber agua es la mejor opción, ya que otro tipo de bebidas suelen tener sus inconvenientes, como la producción de gases de los refrescos y bebidas azucaradas. Esto puede resultar dañino si nos encontramos bajo la presión o la descompresión durante la subida.
El café y el té resultan desaconsejables, puesto que son diuréticos, por lo que incrementan la pérdida de líquido por la orina.
Evidentemente, el alcohol está totalmente prohibido.