respiración

Estas claves para la respiración en el buceo son la diferencia entre una práctica satisfactoria y relajante o el riesgo a un accidente. ¡Debes dominarlas!

📸 Photo by PNW Production

Desarrollar hábitos de respiración efectivos es un aspecto fundamental del buceo. Así es, pues la primera regla para bucear correctamente es respirar todo el tiempo; contrario a lo que se piensa que es necesario sostener el aliento. 

Reaprende a respirar  

La respiración natural en un estado de relajación es lenta y profunda; así lo hacen los bebés. Pero a la medida que nos hacemos mayores vamos adoptando ciertos vicios, incluso hay quienes “olvidan” respirar, especialmente cuando vivimos en tensión constante. 

Cuando estamos estresados la respiración se vuelve rápida y superficial, suele ser por el mecanismo de defensa del cuerpo. Ante un riesgo, el cerebro nos activa hacia una respiración acelerada con el fin de alimentar al cuerpo de mayor oxígeno por si tiene que pelear o huir.  

No es casual que muchas técnicas de relajación apuntan hacia una respiración consciente; ésta nos permite darnos cuenta de prácticas viciadas y reaprender hábitos de respiración saludable. El buceo puede ser uno de esos ejercicios que nos ayude a hacerlo.  

Sé conscientes de la respiración 

El buceo requiere de un control sobre nuestra respiración. Bajo el agua, el cuerpo se mueve hacia arriba y hacia abajo acorde con ella, con una gran respiración —si no tenemos cuidado— se puede acusar un ascenso inesperado. Igualmente, un comportamiento causado por el estrés o la agitación bajo el agua, produce una respiración acelerada y un mayor consumo de aire.  

Razones suficientes para hacer hincapié en el cuidado de la técnica respiratoria bajo el agua. 

¡Respira!   

Al bucear se requiere una respiración lenta y profunda, relajada. Esto es mejor para el consumo de aire, pues el intercambio de gas es más eficiente cuando el aire se exhala desde los pulmones y se libera lentamente.  

Inhalar y exhalar equilibradamente ayudan a mantener el control de la flotabilidad.  

Enfócate en tu respiración 

Para identificar tu patrón respiratorio, puedes hacer el siguiente ejercicio fuera del agua, siendo muy consciente de cada inhalación y cada exhalación.  

  1. Recuéstate sobre una superficie plana.  
  2. Con la mano izquierda en el abdomen y la mano derecha en el torso, inhala gradualmente para llenar tus pulmones. Siente como se expanden al ir tomando aire.  
  3. Aguanta la respiración 3 tiempos.  
  4. Exhala gradualmente prestando atención a tu cuerpo.  

¿Cómo respirar para bucear? 

Ya que eres consciente de tu respiración, es momento de utilizarla para bucear: inhala profundo, prolongado y exhala aún más prolongadamente. Asimismo, recuerda que en el buceo nunca se debe aguantar la respiración; de hecho, esto al final te causaría agobio por la necesidad de respirar y no te ayudaría. 

  • RESPIRACIÓN LENTA. Al respirar, se busca alagar el tiempo que usas para inhalar y para exhalar, así se reduce el número de respiraciones. Un buen truco para hacerlo sin agobio es “cerrar” un poco la boca, para reducir el flujo de aire. Como esto no es fácil con el regulador puesto, puedes usar la lengua, colocándola delante de la boquilla o arriba en el paladar. 
  • RESPIRACIÓN PROFUNDA. Es importante respirar de manera profunda, pero sin hinchar el pecho, ya que esto afectará mucho a tu flotabilidad. Trata de respirar desde el diafragma, como cuando haces un ejercicio de relajación. Y al soltar el aire, vacía casi por completo tus pulmones. 

Este ciclo puede durar de 8 a 10 segundos, pero lo relevante es tener un ritmo respiratorio con el que estés cómodo. 

Exhalaciones profundas 

Es importante concentrarse en las exhalaciones profundas, pues es en esta fase cuando se libera el dióxido de carbono. De no liberarlo por completo, puede haber afectaciones en el organismo: mareos, dolor de cabeza, fatiga, dificultad para respirar y aumento del pulso, entre otras cosas.  

Datos de la respiración 

  • La respiración depende de algunos músculos del tórax, especialmente al diafragma.  
  • En un ciclo respiratorio entra aire fresco a los pulmones y expulsamos aire viejo cargado con CO₂. 
  • Realizamos un promedio de 22 a 23 mil ciclos respiratorios al día. 
  • Lo que representa de 16 a 22 ciclos por minuto. 
  • El ciclo respiratorio varía en cada persona, depende de la edad, la salud, el nivel de estrés o fatiga, etc. 
  • Los pulmones no son idénticos, el izquierdo es un poco más pequeño debido al espacio que ocupa el corazón.  
  • En promedio tenemos una capacidad respiratoria de 4.5 a 6 litros de aire.  
  • Cuando inhalamos, solo 0.5 litros de aire son renovados.  
  • Entre 5 y 6% de aire puede saturarse con CO₂. 
  • Una exhalación profunda puede ayudar a renovar 2.5 litros de aire adicional.  

En tierra o bajo el agua, una respiración lenta y profunda puede darnos la posibilidad de relajar la mente y restaurar nuestro cuerpo, qué mejor que hacerlo mediante la práctica del buceo

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