Seguir estas claves para dar mantenimiento al equipo de buceo es fundamental para disminuir los riesgos en cada inmersión.
Tan importante es la selección del equipo de buceo como el cuidado y mantenimiento que debes darle. Aquí te daremos algunas claves de cómo cuidar tu equipo y mantenerlo listo para una inmersión segura.
Partamos de que nuestro equipo está en constante contacto con agua salda o clorada si las inmersiones se realizan, de inicio, en la piscina; estos elementos pueden casuar corrosión, oxidación y desgaste acelerado. Igualmente, el calor y la luz ultravioleta directa afectan su longevidad. Cuidarlo y darle el mantenimiento justo debe ser un ritual luego de cada práctica.
Un mantenimiento adecuado al equipo ayuda a darle mayor duración y a conservar su valor, pero sobre todo a que sea seguro.
Mantenimiento general
De manera general se requiere que todo el equipo esté seco y limpio, por ello sigue estos pasos:
- Luego de una inmersión y antes de comenzar la limpieza, hay que hacer una inspección visual, para identificar posibles daños: raspaduras, golpes, etc.
- Después de bucear, limpiar todo el equipo utilizando agua dulce. Esto eliminará todos los rastros de sal, arena y suciedad que pudiera tener.
- Secar el equipo, puede ser a la intemperie, pero asegurándose que no le dé luz directa.
- Antes de guardar el equipo debemos asegurarnos que esté completamente seco.
- Guardar en un lugar lejos del alcance de niños, mascotas u otros animales e insectos que pudieran dañarlo.
- Para la limpieza no debe emplearse ningún tipo de hidrocarburo como petróleo, gasolina, grasa, crema solar, etc.
- Es igualmente importante revisar el equipo y, en caso de desperfecto, proceder a la reparación o calibración inmediata, para no tener que postergar la futura inmersión. Para ello hay que acudir con los expertos.
La Máscara
- Verificar la máscara y correa para identificar que no existan signos de desgaste.
- Enjuague con agua dulce y evite la luz directa en el secado.
- Preferentemente, hay que almacenarla en su caja original.
- Por supuesto se debe almacenar en un lugar seco y fresco, los lugares cálidos la pueden dañar.
- La luz solar y la tensión de la correa pueden dañarla fácilmente.
- Se recomienda tener correas adicionales, pues tienden a romperse fácilmente.
Las Aletas
- Las aletas son de plástico duro, su área más sensible son el calzante y las correas. Al guardarlas, es buena idea poner un relleno que impida que pierda su forma.
- El material con que se hacen las aletas también es susceptible a daños por la exposición al calor y la luz solar, así que deben lavarse con agua dulce, secarse y almacenarse en un lugar fresco y fuera de la luz directa.
- Hay que revisarlas regularmente para detectar cualquier signo de desgaste.
- También se recomienda tener correas de repuesto, pues es fácil que éstas se dañen.
El Traje
- El neopreno bebe ser enjuagado muy bien con agua dulce después de su uso. Entonces se deberá tener mucho cuidado con las válvulas de inflado y de desinflado.
- Igualmente, hay que limpiar y remover las cremalleras (ida y vuelta) para evitar que se dañe el material o se bloquee con cualquier partícula extraña.
- Hay que lubricar los mangos y los cierres de las cremalleras con silicona en spray o los productos específicos que encontrará en cualquier tienda especializada.
- Para secar el traje y cualquier elemento adicional de neopreno, será necesario que se coloque en un soporte apropiado para prevenir arrugas.
- Secarlo a la sombra, en un sitio ventilado. Durante el secado, se tendrá especial atención en colocar la capucha hacia abajo, de manera que no se formen cúmulos de agua.
- Si no se utilizará pronto, se puede lavar antes de guardar. Se puede lavar a máquina, con un ciclo corto en el que no debe incluirse el centrifugado y a un máximo de 30º. Use un detergente delicado.
- Una vez bien seco, el traje debe permanece colgado para que conservar su forma y que el material estire. Hay que impedir que se le hagan grietas en dobleces mal hechos.
- Para conservarlo se puede hacer plegado en un recipiente de plástico y herméticamente cerrado, cuidando que los pliegues sean mínimos.
El Regulador
El regulador es una de las piezas más delicadas del equipo. Lo importante, más allá de los cuidados de limpieza y almacenamiento, es que se realicen revisiones profesionales del regulador cada 80 inmersiones o bien cada dos años. De esta forma se puede garantizar su correcto funcionamiento, algo fundamental para un buceo seguro.
Para mantener en buen estado el regulador y demás equipo, puede utilizarse un clip o accesorio que lo mantenga cerca del cuerpo en la inmersión. Esto impide que se arrastre por el suelo, se enrede en rocas o corales, se enganche o se ensucie. Lo mismo para el regulador, como para la computadora, manómetro, etc.
- Lo primero por hacer es lavarlo adecuadamente y con agua dulce después de cada inmersión. Por supuesto, antes de hacerlo colocaremos el tapón de la conexión a la botella para evitar la entrada de agua. Para ello no resulta conveniente aplicar chorro de agua a alta presión.
- Tras asegurarnos de que hemos eliminado cualquier resto de salitre o residuo, lo secaremos para después colgarlo a la sombra en un lugar seco. Lo colocaremos con la segunda etapa hacia abajo, para escurrir cualquier posible resto de agua que haya podido quedar en las mangueras.
- En la superficie, use la tapa o protector contra el polvo. Esta debe estar seca y libre de partículas antes de ponerla en su sitio.
- Guarde el regulador en una parte fresco y seco, lejos del polvo, la luz, el calor y los humos de cualquier tipo. Al almacenarlo, hay que asegurarse de que las mangueras no se sometan a estrés o dobleces rígidos, para evitar grietas.
Cuidado básico del regulador
Además de los cuidados de limpieza y almacenamiento, es importante considerar estas precauciones en su uso y trato:
- Para su transporte, hay que guardarlo separado del resto del equipo y con sumo cuidado.
- Nunca sostener las botellas por el regulador (ni estando en el agua).
- Nunca deje el regulador expuesto al sol ni a altas temperaturas.
Además, entre una y otra revisión nunca está de más comprobar que el regulador no remite silbidos o ruidos cuando inhalamos, puesto que si lo hace es un claro síntoma de que necesita reparación.
El Chaleco
Conviene considerar que el agua salada es el principal enemigo del chaleco; como el traje de neopreno, este debe enjuagarse profusamente con agua dulce después de su uso.
- Luego de enjuagarlo, es bien importante revisar que no quede dentro nada de agua y limpiar el interior. Para ello, presione y mantenga presionado el botón de inflado oral y llene la vejiga con un tercio de agua. Deje que el agua recorra el interior, girando varias veces el chaleco.
- En seguida hay que vaciarlo de agua por completa, girando el chaleco al revés, mientras se pulsa el botón de inflado oral. Esto debe hacerse al menos dos veces.
- Tienda el chaleco boca abajo y parcialmente inflado. Igualmente, hay que guardar la vejiga ligeramente inflada y sin ningún tipo de residuo anterior.
- Para almacenarlo, es recomendable desmontar las válvulas, con especial cuidado de no desenganchar el soporte que las fija a la vejiga. Una vez desmontadas, las válvulas deberán limpiarse con abundante agua dulce, luego se secarán y se volverán a montar en su sitio.
- Se puede verificar el mecanismo de tracción de la purga cambiando el cordón, en caso de que se considere relevante.
- Es igualmente importante desmontar, engrasar y volver a montar cada tornillo y roscas con los que cuenta el chaleco, hay que evitar la corrosión y oxidación.
- Hay que tener cuidado de no dejar nada en los bolsillos, pues de quedarse por largo tiempo puede dañar al chaleco.
El tanque
Por supuesto, el tanque requiere una especial atención; dependemos de su suministro de aire, así que es prudente no sólo darle el cuidado necesario, sino también suministrar un mantenimiento profesional.
Todos los cilindros de aire comprimido deben ser inspeccionados periódicamente. Ante de la inmersión compruebe que no exista desgaste o corrosión en la parte externa del tanque.
- El tanque debe ser enjuagada con agua dulce y conservarlo limpio y seco.
- Para su limpieza, hay que retirar el tanque y secar el cilindro completamente para que el agua no se acumule en la parte externa del tanque.
- La válvula debe abrirse brevemente para expulsar la humedad de su apertura.
- Aleje el tanque de cualquiera ambiente húmedo. Antes de guardar, los tanques asegurémonos de mantener una presión de por lo menos 25psi para evitar que la humedad entre en el cilindro.
- Almacene los tanques de forma segura y en posición vertical en un lugar fresco y seco.
Hay que destacar que, de manera anual, los tanques deben ser revisados y probados hidrostáticamente cada cinco años para asegurar la integridad de las paredes del tanque.
El ordenador
Este elemento también es muy sensible, por lo que requiere cuidado especial.
- Claro que todo inicia, como el resto de los componentes, de un enjuague con agua dulce tan pronto como sea posible.
- Trabaje todas las partes móviles mientras lo limpia para aflojar los depósitos de sal y arena.
- Se recomienda también una revisión y servicios profesional cada año para asegurar la longevidad del ordenador. Si es necesario, consulte el manual e indicaciones del fabricante.
Lastres
El cinturón debe permanecer cerrado en todo momento, para evitar que el peso se deslice. Recuerde que la mayoría de los pesos son de plomo. Por lo tanto, recuerde limpiarse las manos después de tocarlos y antes de comer.