antes de comenzar a bucear

Previo a tu nueva aventura, te dejamos estas 11 cosas que debes saber antes de comenzar a bucear. 

Bucear nos abre puertas a mundos fascinantes, a los que no cualquiera se atreve a entrar. La vida subacuática aún tiene mucho que obsequiarnos, por ello es tan atractiva para practicar el submarinismo. Pero no sin antes tener claro estas 10 cosas que debes saber antes de comenzar a bucear. 

Un aprendizaje planificado y guiado por un instructor certificado, te ayudará a librar cualquier obstáculo. Por ello, hoy te hablaremos de qué debes desde el principio. 

Sigue aquí las 11 cosas que debes saber antes de comenzar a bucear:

1. La edad 

Para comenzar a bucear hay muy poca limitante, prácticamente todas las personas lo pueden hacer. Considera, por ejemplo, que Jacques-Ives Cousteau, buceó hasta los 86 años. Aunque, el único requisito del buceo respecto a la edad es comenzar a partir de los 10 años.  

2. Saber nadar 

Para certificarte como buceador, necesitas tener las destrezas básicas para nadar y estar cómodo mientras estás en el agua. Tu PADI Instructor evaluará esto haciendo que tú: 

  • Nades 200 metros/yardas (o 300 metros/yardas con máscara, aletas y tubo). No hay límite para esto y puedes utilizar cualquier tipo de natación que desees. 
  • Flotar en el agua durante 10 minutos, de nuevo utilizando cualquier método que desees. 

3. Tu salud 

Si bien el buceo no requiere gran esfuerzo físico, sí es necesario contar con ciertas condiciones de salud. Antes de comenzar, deberás responder un cuestionario médico de salud, pues es necesario cerciorarse de que tu cuerpo está en un estado de salud suficiente como para soportar la presión a la que va estar sometido bajo el agua. 

Haber sufrido algún colapso de pulmón, alergias o asma severo, tener problemas de corazón o tener enfermedades que te afecten a los oídos y no te permitan compensar, pueden ser algunos condicionantes físicos que te impidan bucear.  Si tienes dudas, acude a un médico de medicina hiperbárica, él te ayudará.   

No existen requisitos de buceo que te impidan bucear si tienes alguna discapacidad. Cuando es necesario, el buceo adaptativo utiliza equipo especialmente desarrollado. 

4. Primero, la teoría 

Como muchos de los aprendizajes, antes de comenzar a bucear, deberás conocer temas elementales que te ayudarán a tener una experiencia segura y acorde a tus expectativas. Antes de meter los pies en el agua, existe mucha información que debes saber para adquirir una técnica apropiada. 

En las primeras sesiones deberás conocer temas como fisiología, que te permitirá conocer la manera en que funcionará tu organismo bajo el agua; también sabrás de física, elemental para identificar la manera en que tu cuerpo se incorporará en los cuerpos de agua y cómo manejarte en ellos de modo seguro. Asimismo, aprenderás teoría de descompresión, para un ascenso seguro y, por supuesto, planificación de inmersiones.  

5. La piscina 

Dominada la teoría, es momento de entrar al agua. Aunque no será directo en el mar o en un río. Las primeras prácticas se realizarán en una piscina, con el fin de acostumbrarte a respirar bajo el agua y aprender ciertas habilidades que son esenciales para una práctica de buceo segura.  

6. Flotabilidad 

Una vez que entres al agua comenzará la aventura. Aunque primero debes adaptarte al entorno, tu mente y tu cuerpo habrán de adaptarse al cambio de la estabilidad tocando el piso a la flotabilidad en el agua. 

La flotabilidad puede ser difícil de dominar, hay quienes luchan con la técnica de posicionamiento y el aleteo de su cuerpo, mientras que otros se acostumbran más rápidamente. El truco, como todo nuevo aprendizaje, es la paciencia y la práctica constante.  

7. Ecualizar los oídos 

Igualmente, otro problema para quien inicia en el buceo, y se practica en la piscina, es la ecualización de los oídos; es decir el acto de ecualizar (igualar) la presión en los senos paranasales y en el oído medio con la presión ambiental. Aunque esto ocurre de forma natural e involuntaria en más de una situación (bostezar y tragar, por ejemplo), se trata de una habilidad básica que los buzos deben aprender a hacer a voluntad. 

8. El equipo 

Ya sea que lo alquiles o lo adquieras, tu vida depende de que conozcas el equipo a la perfección y lo sepas usar muy bien. Antes de cada inmersión deberás revisarlo, una regla elemental que puede salvarte de un desastre.  

Comprueba que llevas el lastre apropiado, que no se produzcan fugas, que la presión de la botella sea correcta, esté abierta, que los reguladores funciones, etc.  

9. Acostúmbrate al sonido 

Aunque parezca que el fondo del mar es tranquilo y silencioso, nada más alejado de ello; así que deberás acostumbrarte a los sonidos subacuáticos, comenzando con los de tu propia respiración.  

El sonido de tus burbujas cuando exhalas es bastante fuerte y constante, incluso es capaz de ahuyentar a los peces cercanos, a menos que uses un rebreather o reciclador.  

Además, podrás escuchar una serie de sonidos ambientales hechos por animales, aunque muchos son muy silenciosos, por lo que es posible que no los escuches individualmente. 

10. Distorsión de los sentidos 

Bajo el agua todo es diferente y tus sentidos se verán alterados, éstos funcionan diferente bajo el agua; algo que debes tener claro para iniciarte en el buceo. Ya hemos dicho que el sonido puede ser más fuerte de lo que se imagina y es que el sonido viaja cuatro veces más rápido debajo del agua.  

La velocidad con la que viaja el sonido hace que al cerebro se le dificulte identificar el origen. A veces sentirás que el sonido siempre viene de arriba.  

11. No es como lo pintan 

Similares alteraciones suceden con la vista. El agua produce un efecto de lupa o aumento, al mirar bajo el agua percibirás que todo es más grande de lo que es en realidad; aunque con el tiempo, tu cerebro se acostumbrará a lidiar con ello.  

De igual forma, evita la fantasía de encontrar un escenario colorido, en realidad encontrarás que bajo el agua predominan los tonos azules, verdes y púrpuras. Esto es porque la luz del sol es absorbida por el agua. El primer color en irse es el rojo, luego el naranja y en seguida el amarillo…  

Ahora que lo sabes, puedes comenzar tu siguiente aventura con nosotros.  

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