Cómo planificar una inmersión segura

Una inmersión segura empieza en la superficie. Sigue estos pasos clave antes de sumergirte.
Si eres principiante en el mundo del buceo, hay una regla que nunca debes olvidar: una buena inmersión empieza mucho antes de que te pongas la máscara. La seguridad no es negociable, y la planificación adecuada puede marcar la diferencia entre una experiencia maravillosa y un incidente evitable. Aquí te compartimos los pasos esenciales para planear tu inmersión con inteligencia y tranquilidad.
Antes que nada, considera tomar un curso de iniciación al buceo y certifícate con un nivel de Open Water Diver. Esto te permitirá tener los conocimientos teóricos y la práctica suficiente para no correr riesgos y tener una experiencia satisfactoria.
1. Evalúa tus condiciones físicas y mentales
Antes de cualquier inmersión, haz un check-in contigo mismo. ¿Dormiste bien? ¿Estás hidratado? ¿Estás bajo mucho estrés? El buceo exige atención, calma y claridad mental. Nunca bucees si no estás en condiciones óptimas.
2. Revisa el equipo (el tuyo y el de tu compañero)
Haz una revisión completa de tu equipo: regulador, tanque, chaleco, máscara, traje, plomos, etc. Si rentas equipo, pruébalo con anticipación. Además, realiza una verificación cruzada con tu compañero de buceo (el famoso «buddy check»). Un detalle puede salvar tu vida.
3. Conoce el sitio de buceo
Estudia las condiciones del lugar: profundidad, corriente, temperatura, visibilidad, puntos de entrada y salida, vida marina, posibles riesgos. Infórmate bien si es tu primera vez ahí. Y si no conoces el sitio, ve siempre con un guía o instructor certificado.
4. Planifica tu inmersión (y bucea tu plan)
Define junto a tu compañero:
- Profundidad máxima.
- Tiempo de fondo.
- Consumo de aire estimado.
- Señales de mano.
- Plan de emergencia y ascenso.
- Punto de encuentro si se separan.
No improvises. Y una vez que estés bajo el agua, sigue el plan.
5. Control de tiempos y aire
Lleva siempre un manómetro visible y consulta tu reloj o computadora de buceo regularmente. Mantén una reserva de aire suficiente para el ascenso y una parada de seguridad. Nunca estires tu tiempo más allá de lo planeado.
6. Respeta tus límites y tu entrenamiento
No intentes ir más profundo, quedarte más tiempo o enfrentarte a corrientes fuertes si no tienes la experiencia o el equipo adecuado. La seguridad siempre está por encima del ego o la emoción.
7. No olvides la parada de seguridad
A cinco metros de profundidad, durante al menos tres minutos. Este paso es vital para liberar el nitrógeno acumulado y reducir el riesgo de enfermedad por descompresión.